Los medios de comunicación tienen un papel estratégico en la lucha contra este delito que afecta a los infantes y adolescentes, víctimas de este crimen, porque influyen sobre la opinión pública y en aquellos actores sociales que tienen participación en los espacios de decisión. Por ello, es fundamental apoyar a la creación de una cultura de respeto y cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.